¡Hola apasionados de la educación! Hoy queremos hablarles sobre un tema que nos toca el corazón y la mente: el bienestar de quienes tienen la hermosa y desafiante tarea de educar. La docente y neuropsicoeducadora Lucrecia Prat Gay, en el 7mo Congreso Internacional de Flipped Learning, nos recuerda que para ofrecer lo mejor a nuestros estudiantes; los docentes debemos cuidar también de nosotros mismos porque la docencia puede ser una profesión muy estresante. Las horas de trabajo, la gestión de emociones en el aula y la constante presión de brindar lo mejor pueden ser abrumadoras. En el taller “Docentes en equilibrio de la mano de las neurociencias” encontramos varias estrategias que podemos implementar.
Lucrecia destaca el humor como un bálsamo para el alma. La neurociencia lo reafirma: reír no solo nos alegra el día, sino que también libera dopamina, esa maravilla química que potencia nuestra capacidad de aprendizaje. Un ambiente de aula donde el humor fluye puede transformar no solo la experiencia educativa, sino también la forma en que nos sentimos como docentes ¡Aprovechemos esa energía positiva para “pasar del jaja al ahá” de la que nos habló la especialista!
Enseñar a los estudiantes a gestionar sus emociones desde la educación inicial es vital para su desarrollo. Lucrecia nos cuenta cómo lo que sentimos afecta a lo que pensamos.
Cuando entendemos que las emociones afectan nuestra capacidad de aprender, comenzamos a ver la educación como un todo más integral. La inclusión de ejercicios de respiración y mindfulness puede ser un hábito que genere bienestar.
En las encuestas realizadas durante el 7mo Congreso, los docentes nos contaron que les preocupa la dificultad para gestionar su propio estrés y ansiedad. En este sentido como neuropsicoeducadora Prat Gay nos explica cómo hackear nuestra propia naturaleza para ver más oportunidades y menos problemas.
Lucrecia propone tres aspectos cruciales para el hackeo: 1. Plasticidad Cerebral: Nuestra capacidad de adaptarnos y mejorar continuamente a lo largo de la vida es realmente inspiradora. Esto significa que siempre podemos evolucionar, tanto personal como profesionalmente. 2. Cuidado de nuestra energía: La alimentación y el descanso son pilares de nuestro bienestar. Apaguemos las pantallas antes de dormir para que nuestro cerebro libere melatonina y nos prepare para un reparador descanso ¡Nada como una buena noche de sueño! 3. Ser amables con nosotros mismos: En un entorno donde a veces no recibimos el respeto que merecemos; la evaluación cognitiva de las situaciones y la respiración consciente pueden ser nuestras mejores aliadas para manejar el estrés. En el siguiente video Lucrecia profundiza sobre esta teoría de la interacción:
A más de seis mil docentes que respondieron las encuestas del congreso les entusiasma conocer técnicas basadas en la neurociencia para comprender mejor cómo funciona el cerebro. Ésto les permitiría maximizar el aprendizaje y bienestar emocional adaptando los enfoques de enseñanza. En efecto, en el aula, podemos introducir dinámicas de respiración o usar plataformas como GoNoodle, que ofrece videos y actividades interactivas que fomentan el movimiento y la atención plena ¡El movimiento es vida!
Siempre es bueno armarse de herramientas para combatir el estrés. Una de ellas es descubrir cuál es nuestro propósito. Nuestro rol como educadores es fomentar habilidades interpersonales y emocionales que son el verdadero motor del aprendizaje, tanto dentro como fuera de las aulas. Lucrecia nos lo recuerda maravillosamente con la metáfora del colibrí.
La educación es el cimiento del progreso, y cuidar de nuestra salud mental y emocional es la clave para brindar el mejor apoyo a nuestras futuras generaciones. ¡Vamos a reír, a movernos y a recordar nuestro propósito! Seamos como el colibrí 🌟✏️ Pueden recuperar estrategias, ideas y sugerencias en el taller completo Docentes en equilibrio de la mano de las neurociencias.
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El equipo de PlataformaGuacurarí+
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