Desde el equipo de Plataforma Guacurarí y la Dirección de TIC nos interesa explorar, de forma periódica, cuáles son las temáticas que hoy movilizan al ámbito educativo.
En particular, cómo impactan las nuevas herramientas tecnológicas y de qué manera son percibidas y apropiadas en nuestra región. Una vez más, buscamos articular lo global con lo local.
En esta oportunidad queremos compartir aspectos e ideas principales que nos brinda el organismo de la UNESCO en sus directrices para fomentar el uso adecuado y ético de la Inteligencia Artificial, y los documentos legislativos con los cuales contamos en la provincia de Misiones.
Se define la Inteligencia Artificial (en adelante IA) como aquellos sistemas con capacidad para procesar datos de forma similar a un comportamiento inteligente, asociado a capacidades tales como el aprendizaje, la percepción, el razonamiento lógico, la resolución de problemas, la toma de decisiones, la interacción lingüística, la creatividad asociada a la producción de trabajos creativos y la capacidad de planeamiento. En su forma más básica, lo que diferencia a la IA de otras formas de tecnología digital es su capacidad de emular el comportamiento humano. Esta característica única plantea un desafío para la agencia humana.
La IA procesa enormes cantidades de información, genera nuevos contenidos y ayuda a la toma de decisiones mediante análisis predictivos. En los diversos contextos educativos, la IA ha transformado la relación tradicional docente-estudiante, creando una nueva dinámica docente-IA-estudiante. Las prácticas emergentes en el uso de la IA en la educación demuestran claramente su potencial para habilitar nuevas formas de enseñanza, aprendizaje y gestión educativa, así como para mejorar las experiencias de aprendizaje y servir de apoyo a las tareas de los docentes.
Sin embargo, también puede reducir los procesos de enseñanza y aprendizaje a simples cálculos y tareas automatizadas, devaluando así el papel y la influencia de los docentes y debilitando sus relaciones con los estudiantes. Por lo tanto, el uso de IA en la educación requiere una consideración cuidadosa, que incluya un análisis de los roles cambiantes que los docentes deben desempeñar y de las competencias que requieren para poder usar la IA de forma ética y eficaz. En este sentido el eje de las interacciones significativas entre docentes, estudiantes y el florecimiento humano deben seguir siendo el centro de la experiencia educativa.
En el ámbito internacional son pocos los países que han definido estas competencias o desarrollado programas nacionales para capacitar a los docentes en IA, lo que deja a muchos educadores sin una orientación adecuada.
En el ámbito internacional son pocos los países que han definido estas competencias o desarrollado programas nacionales para capacitar a los docentes en IA, lo que deja a muchos educadores sin una orientación adecuada.
No obstante, la provincia de Misiones cuenta con una ley de Integración de Inteligencia Artificial en Educación, que propicia “el desarrollo de pedagogías innovadoras, teniendo como marco de acción el modelo de educación disruptiva de la Provincia”. Entre sus ideas principales se destaca prestar especial atención al proceso de aprendizaje de los estudiantes, sujetos principales desde el uso y la práctica del modelo de educación disruptiva, ofreciendo estrategias para que los/as docentes desarrollen conocimientos sobre IA en un panorama tecnológico en constante evolución.
De esta manera se fomenta el acceso al conocimiento y manejo de las tecnologías, reconociéndose como una competencia clave para el desarrollo de una ciudadanía crítica. Es urgente empoderar a los/as docentes para que comprendan mejor las dimensiones técnicas, éticas y pedagógicas de la IA. Dado su potencial transformador, es importante proponer guías a los docentes para que comprendan su impacto social y las responsabilidades ciudadanas en las sociedades que están surgiendo en torno a la IA, además de motivarlos y apoyarlos mediante un aprendizaje profesional continuo. Se espera así que promuevan prácticas seguras y éticas en entornos educativos ricos en IA y que actúen como modelos a seguir para el aprendizaje permanente.
El uso de la IA en la educación sin una orientación pedagógica adecuada puede debilitar el desarrollo intelectual de los estudiantes. El objetivo de uso en la educación debería ir más allá de simplemente ofrecer acceso a información o respuestas estandarizadas, y concentrarse en el enriquecimiento de la investigación, el desarrollo intelectual y la potenciación de las capacidades.
Es fundamental adoptar un enfoque centrado en el ser humano para el uso de la IA en el ámbito educativo que promueva principios éticos y prácticos claves para ayudar a regular y guiar las prácticas de todas las partes interesadas.
Finalmente, se destaca el hecho de que las herramientas de IA nunca deberían diseñarse para reemplazar la responsabilidad legítima de los docentes en la educación. Al introducir la IA en la educación, se deben establecer protecciones legales para salvaguardar los derechos de los docentes en los diversos contextos educativos.
Se espera que los mismos adquieran una comprensión adecuada de la definición de IA, así como conocimientos básicos sobre su funcionamiento y las principales categorías de tecnologías utilizadas; las habilidades necesarias para evaluar la adecuación y las limitaciones de las herramientas de IA en función de necesidades específicas en dominios y contextos concretos.
Si te gustó el blog te invitamos a que te unas a compartir ideas sobre estas temáticas en el 8º Congreso Internacional de Flipped Learning a llevarse a cabo el día 15 de octubre.
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El equipo de PlataformaGuacurarí+
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