Uno de los desafíos de la educación actual consiste en promover una alfabetización digital entendida como el desarrollo de habilidades básicas y esenciales en diferentes áreas del conocimiento. Incluir estrategias efectivas para gestionar prácticas pedagógicas garantiza mayor inclusión y equidad educativa en un mundo cada vez más artificial. Cecilia Magadán sostiene que la inteligencia es de los humanos y la artificialidad es de las máquinas. La capacidad de producir significados y vivir las experiencias, son propias de las personas, no de las máquinas. En este sentido, el Programa Profuturo de Fundación Telefónica Movistar propone una mirada crítica de la Inteligencia Artificial Generativa para incluirla efectivamente en la escuela dado que es una poderosa herramienta narrativa como señalan Cope y Kalantzis (2010) desde una pedagogía de las multiliteracidades que incluya los diversos modos diseñar, crear y producir significados nuevos. Cuando las tecnologías irrumpen en el aula, hay que tener muy claro el objetivo pedagógico con el que las usamos en las escuelas.
Más de 6000 docentes contestaron la rutina: “Me entusiasma, me pregunto, me preocupa” del espacio liderado por Cecilia Magadán. Mencionamos algunos aportes:
1) Utilizar las TICs e inteligencia artificial como herramientas para facilitar el aprendizaje y la comprensión crítica. 2) Que los estudiantes se conviertan en protagonistas de su propio aprendizaje a través de la lectura y la exploración de nuevas tecnologías. 3) Ver el avance y la autonomía de los alumnos al manejar información y crear contenidos significativos. 4) Planificar actividades que integren metodologías innovadoras y fomenten el aprendizaje colaborativo. 5) Aprender y explorar lo desconocido en el ámbito de la tecnología y la inteligencia artificial, ya que esto abre nuevas posibilidades para la educación y el desarrollo personal. 6) Observar la alegría y el interés de mis alumnos al aprender, especialmente cuando utilizan herramientas digitales que fomentan su creatividad y capacidad de análisis.
1) ¿Cómo pueden los docentes adquirir las habilidades necesarias para integrar la inteligencia artificial (IA) en su práctica educativa? 2) ¿Qué estrategias son efectivas para aplicar la IA en diferentes niveles educativos, especialmente en contextos rurales y con recursos limitados? 3) ¿Cómo se puede garantizar la confiabilidad de la información generada por la IA y enseñar a los estudiantes a discernir entre información veraz y falsa? 4) ¿De qué manera cambiará la IA la metodología de enseñanza y la interacción docente-estudiante en el aula? 5) ¿Qué estrategias pueden motivar a los estudiantes a interesarse más en la lectura y escritura mediante el uso de la IA? 6) ¿Cómo se pueden abordar las desigualdades en el acceso a tecnología para garantizar que todos los estudiantes tengan las mismas oportunidades de aprendizaje con IA?
1) La falta de regulación y control en el uso de la inteligencia artificial, lo que puede llevar a su uso inapropiado y perjudicial tanto para los estudiantes como para terceros. 2) La dependencia de los alumnos en la tecnología, que podría llevar a una disminución de su pensamiento crítico y creatividad, así como a un uso irresponsable de la información. 3) El contexto social y económico de los alumnos, junto con la brecha digital, impide un acceso equitativo a las tecnologías y a la educación de calidad. 4) La falta de capacitación docente en el uso de nuevas herramientas tecnológicas, lo que puede dificultar su integración efectiva en el aula y limitar el desarrollo de habilidades en los estudiantes. 5) Que los estudiantes pierdan el interés por la lectura y la escritura debido a la sobreabundancia de información digital y al uso indiscriminado de la tecnología. 6) El uso indiscriminado de la inteligencia artificial lleva a una falta de pensamiento crítico y creatividad en los alumnos, quienes podrían volverse dependientes de la tecnología en lugar de desarrollar sus propias habilidades de análisis y resolución de
La IA nos obliga a entrenar el ojo crítico. Hay que enseñar a leer, observar y detectar qué es verdadero y qué es falso en un medio que está absolutamente amplificado de información que no siempre es veraz. Así también, hay que aprender a detectar los indicios y las pistas de lo que está recreado o remixado. Es innegable que la IA generativa nos ayuda y a la vez nos complica, tanto como docentes como ciudadanos. En el proceso de lectura es importante reconocer las fuentes de información considerando el ojo crítico, la textualidad, la cohesión y el contexto. Mientras que para escribir con IA es importante desarrollar habilidades referidas al texto instructivo, conocido como prompt. Así mismo, debemos considerar las limitaciones que resultan en información inexacta, injuriosa, inútil e intrincada en el sentido de mal organizada. Es interesante que podamos pensar como docentes consignas de escritura que permitan descubrir los errores de las IA generativas para que los estudiantes desarrollen la habilidad crítica de poner en duda lo que producen. No se trata de confiar ciegamente en ellas.
Creemos que alfabetizar digitalmente es una de las prioridades del sistema educativo en general. Adherimos a la idea de desarrollar una “sociedad educadora” donde todos la construimos desde diferentes roles. Si te interesa escuchar el conversatorio completo para continuar mejorando tus prácticas docentes ingresá a La inteligencia de leer y escribir en un mundo artificial - Cecilia Madagán Fundación Telefónica Movistar
Si te gustó este post, sumate a nuestro Canal de WhatsApp y recibí toda la información que necesitas saber en un solo lugar.
El equipo de PlataformaGuacurarí+
¡No se han encontrado publicaciones!