“Ni apocalípticos ni integrados. No se trata de prohibir ni de glorificar el uso de pantallas, sino de construir sentidos en diálogo con los contextos y los sujetos.” — Dra. Silvina Casablancas
🔺 ¿Estamos entendiendo realmente lo que las pantallas significan hoy para niños, adolescentes y jóvenes?
🔺 ¿Cómo impactan en sus modos de aprender, de vincularse, de estar en el mundo?
🔺 ¿Qué lugar tienen, deberían tener o no tener en nuestras aulas?
Estas preguntas, tan necesarias como incómodas, guiarán parte de los intercambios del 8º Congreso Internacional de Flipped Learning, que se celebrará el 15 de julio desde Plataforma Guacurarí para toda la comunidad educativa de Misiones y del mundo.
El Congreso invita a debatir sobre el desafío de lo híbrido, no sólo como enfoque pedagógico, sino como una forma de pensar más allá de las dicotomías: presencial o virtual, digital o analógico, pantallas o libros, etc.
El vínculo entre juventudes y pantallas suele generar posiciones encontradas: desde quienes ven en las tecnologías una amenaza constante hasta quienes las adoptan sin mayor reflexión. ¿Hay que limitar su uso? ¿Acompañarlo? ¿Promoverlo? ¿Resignificarlo? ¿O una combinación de todo eso?
Este año, una de las voces destacadas en la temática será la de la Dra. Silvina Casablancas, investigadora y docente universitaria que viene trabajando intensamente sobre las infancias, las juventudes y sus modos de apropiarse del mundo digital. En sus publicaciones más recientes, Casablancas propone dejar de pensar a las pantallas sólo en términos de “riesgo” o “adicción”, y sugiere observar con mayor atención cómo los jóvenes crean, expresan y se vinculan en esos entornos.
“Hemos demonizado las pantallas sin entender que las juventudes no están capturadas por la tecnología, sino que la están apropiando para crear, expresarse y vincularse” (Casablancas, 2023).
Sin embargo, su mirada no evade la tensión: el debate sigue abierto, y por eso es tan relevante que forme parte de este espacio. Como señala en otro de sus trabajos: “Las juventudes están saturadas de control. Necesitan propuestas que les devuelvan la palabra, el deseo y la posibilidad de pensar con otros” (Casablancas & Valerga, 2020).
En este contexto, el enfoque Flipped Learning ofrece una oportunidad para revisar nuestras prácticas, en especial en lo que refiere a cómo y para qué se integran las tecnologías en el aula. ¿Puede el celular ser una herramienta pedagógica o es mejor limitarlo? ¿Cómo garantizamos la atención sin caer en la hiperestimulación? ¿Qué hacemos cuando el vínculo con las pantallas interfiere con el vínculo con otros?
Estas son solo algunas de las preguntas que proponemos abrir, en lugar de cerrar.
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El equipo de PlataformaGuacurarí+
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